PRINCIPIOS DEL PROYECTO

1- La ecoaldea funciona de manera asamblearia, tomando decisiones por consenso. 2- En la ecoaldea, cada persona vive en su espacio íntimo (casa) y comparte los espacios comunitarios. 3- Nuestro objetivo es tener huertas y árboles frutales comunitarios para cubrir tanto las necesidades alimentarias diarias como las cíclicas (cereal, aceite, frutales, hortalizas, etc.). Buscamos autoabastecernos cada vez más en nuestras necesidades alimenticias. 4- Disponemos de edificaciones comunitarias para todas las actividades diarias que compartimos (taller de reparaciones, sala de proyecciones, comedor comunitario, sala de cursos y talleres, espacios para meditación, espacios para intercambiar o vender productos comunitarios y otras actividades que acordemos). 5- En la ecoaldea asumimos la educación de los niños y niñas. En los espacios diseñados para ello (edificio, exteriores, bosque, etc.), se realiza una educación libre compartida, donde los niños pueden crecer desde el respeto a su desarrollo individual y sus verdaderas necesidades, impulsando la autoestima, la iniciativa, la creatividad y el trabajo en equipo, potenciando sus capacidades y recursos naturales. En la ecoaldea no hay televisión ni maquinitas competitivas, pero hay sala de cine, juegos, danzas, espacios artísticos creativos y de lectura, etc. 6- Dentro de la ecoaldea solo comercializamos económicamente lo que es comunitario. Cada persona puede realizar cualquier tipo de producto en su casa para venderlo fuera de la ecoaldea, siempre en armonía con el proyecto y las decisiones comunitarias, sin competir con las actividades comunitarias presentes o futuras. Todas las personas que viven en la ecoaldea dedican un tiempo de 17,30 horas semanales a tareas comunitarias. Dentro o fuera del proyecto, se pueden montar actividades comunitarias, económicas o no, de intercambio, de regalo, que la asamblea decida, para obtener beneficios económicos, de sabiduría, lúdicos, culturales, etc., que complementarán, si es necesario, lo que la naturaleza nos ofrece.
7- Entre las personas, nos ayudamos mutuamente para hacernos la vida más fácil y divertida.
8- En la ecoaldea, nuestras acciones en el día a día están animadas e impulsadas desde el corazón y el más sincero y amoroso respeto a las personas y sus diferencias. Compartimos y expresamos esta energía espiritualmente, ayudándonos y ayudando, haciendo que nuestras relaciones en la ecoaldea y con nuestro entorno sean un camino sin fin de sabiduría y conciencia, en todos los ámbitos de nuestras vidas (social, educativo, espiritual, ecológico, alimentario, etc.).
9- Nuestra presencia en la ecoaldea debe ser libre de cargas económicas y deudas, que nos fuerzan y nos atan a un ritmo de actividad económica. Este ritmo nos mantiene esclavos, alejándonos de nuestras más internas y reales necesidades. 10- La ecoaldea es de alimentación vegana, sin consumo de productos derivados del animal, y por lo tanto, no entran alimentos no veganos y BIO. No consumimos alcohol, tabaco, drogas y televisión dentro de la ecoaldea. Los móviles y demás aparatos electrónicos se mantienen en el espacio íntimo (donde dormimos). Salvo fruta y verdura, que dependen de la huerta y la época del año, el resto de alimentos que entran en la ecoaldea son veganos y ecológicos. Los productos de higiene personal y limpieza son ecológicos. En todo el espacio de la ecoaldea, nuestras acciones son respetuosas con la naturaleza, sin matar, maltratar ni comercializar animales. Actualmente, la ecoaldea está habitada por gatos y perros integrados.
11- La ecoaldea está vinculada con su entorno, relacionándonos y actuando sobre él, siendo también un motor de sensibilización en todos aquellos temas y valores que practicamos en el día a día y hacia los cuales caminamos en armonía con la madre tierra y el universo. Actuamos como ejemplo de decrecimiento práctico, incorporándonos en la armonía y equilibrio de la naturaleza y también como motor de expansión en nuestro entorno inmediato y lejano, desde la conciencia y la no violencia. 12- Estamos hablando de hacer un buen fuego con la leña de los miedos y egos, después cocinamos en una gran olla: espiritualidad, decrecimiento, no violencia, autosuficiencia, sostenibilidad, permacultura, ecología, salud, respeto a la infancia y alimentación respetuosa, alimentando nuestro desarrollo personal y el de nuestro entorno. Animamos y ayudamos a que cada vez más, la vida en el planeta sea más justa, alegre y amorosa. En definitiva, personas que amamos y respetamos la naturaleza, reducimos las necesidades creadas pero innecesarias, vivimos mayoritariamente adaptándonos a lo que la naturaleza nos ofrece (respetando la vida animal), reducimos al mínimo nuestra dependencia del dinero y nos abrimos al amor y las energías del universo. Autogestionamos la salud, la educación, la alimentación, las energías, la ayuda mutua y todo lo que podamos. Cada persona en su espacio, ayudándonos entre nosotros y a nuestro entorno, compartiendo actividades, tierras y crecimiento individual y grupal. Expresamos y sentimos el amor, la tierra, la simplicidad, la paz y el despertar de la conciencia, que nos da la sabiduría y nos acerca cada vez más a la unidad con el universo... Y, sobre todo, vivimos en el presente compartiendo nuestros sueños.

AVANZAMOS HACIA UN MUNDO NUEVO, DESDE EL CORAZÓN. ¿RESUENA EN TI ESTA IDEA? ¡Un amoroso abrazo! Para contactar: ecoaldeavegetariana@gmail.com

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